Entrevista a un testigo en cuya casa estuvo la sede local del PCE
Ficha
Audio 1 de 2
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Signatura
CAÑAS_04
Serie
Entrevistas para Tomelloso en la frontera del miedo
1.3. Título
Entrevista a un testigo en cuya casa estuvo la sede local del PCE
1.4. Clase de documento
Grabación sonora
1.6. Subtítulo y/o información complementaria
Realizada por Magdalena Aliaga González y Emilia García Bolós
1.7. Mención de responsabilidad
Ayuntamiento de Tomelloso
4.6. Fecha de publicación
1990-09-05
5.3. Extensión y designación específica del material
2 audios (mp3):
Parte 1 de 2: 50'19" (70,44 Mb) CAÑAS_CS_04_A
Parte 2 de 2: 54'27" (74,09 Mb) CAÑAS_CS_04_B
5.4. Otras características físicas
Casete Normal Position, estéreo
7.4.A. Notas que complementan la información de un área determinada
Los audios se grabaron en 2 caras (de 50' cada una) de 1 casete.
En la edición del audio se han cortado los tramos correspondientes al inicio y final de la pista, conservándose exclusivamente la grabación de la entrevista.
Se normaliza el volumen de los audios y se reduce el ruido.
La parte 1 de 2 presenta varios acoplamientos y saturación de sonido que ha resultado imposible reparar en su totalidad.
Las casetes originales se conservan en el Archivo Municipal de Tomelloso.
7.4.M. Nota de contenido
Parte 1 de 2: CAÑAS_CS_04_A:
- Beneficencia en el 32. Era muy pequeño y no lo recuerda. Nació en 1925. Pero no lo ha oído comentar.
- En el 53 hubo una comisión para solucionar los problemas del paro, pero él se marchó a Córdoba en 1940.
- Inundación del 47. Tenía su padre una casa en Santa María por la que entraba el agua por una puerta y salía por la otra. Tenían miedo de que el agua llegara a Tomelloso por el tema de las cuevas, pues muchas casas se hubieran hundido. La vía del tren quedó interrumpida. Había hasta oleaje.
- El Campo de Aviación. Lo hicieron donde ahora está la Escuela de Capataces. Primero trajeron aviadores españoles. Se hospedaban en la fonda de Marcelino, en la parte de arriba del Casino. De aquí fueron a Sevilla a bombardear en Semana Santa. Luego vinieron los rusos. Tenían el cuartel en la esquina donde vive Blas Camacho, en una casa requisada. Luego, cuando se marcharon, estuvieron los comedores del Auxilio Social, en la parte de abajo, donde estuvo el Banco de Bilbao hasta que se trasladó.
- El polvorín estaba en Mirasol. Era uno de los mayores de la provincia. Los Nacionales estuvieron dos años sacando cosas de allí. Por estar Tomelloso aislado, nunca bombardearon aquí, en cambio en Cinco Casas sí bombardearon, al igual que en Alcázar de San Juan, siendo lo primero que bombardearon los depósitos de Campsa. En Tomelloso creyeron que a continuación iban a bombardear aquí, por eso desde los altavoces del Ayuntamiento avisaron. Los rusos estuvieron hasta que acabó la guerra.
- La Quema de los Santos. Fue el 25 de julio. Estábamos en Las Moyas y fueron los milicianos a decirnos que nos fuésemos de allí, que nos viniésemos al pueblo, que era peligroso. Nos venimos 2 o 3 días antes de Santiago. Sacaron los santos de la Iglesia, de San Francisco y del colegio de la Milagrosa, que estaba junto al Mercado. Luego ese colegio fue cárcel tras la guerra.
- Los muertos de Tomelloso en la guerra salieron de los calabozos del Ayuntamiento, menos don Vicente Borrell y otra persona. A la única mujer que mataron, Coronado de apellido, a ella y a otros dos hombres los mataron casi llegando a Argamasilla. Ella había escondido a un guardia civil y a un maestro en su casa.
- Los dos coches que teníamos nos los requisaron.
- El populacho inculto quemó los santos. Empezaron a tocar las campanas y a armar mucho jaleo. Se vestían con las casullas de los curas y hacían mofa. La Milagrosa la trajeron a rastras por todas la calle de la Cruz hasta la plaza, con una cuerda al cuello, al montón donde los quemaban. Los ángeles de la Virgen del Carmen los subieron a la torre y los tiraron desde allí arriba: «A ver si voláis». La hoguera era muy grande y el olor muy fuerte. Aquello fue una juerga todo el día.
- El Partido Comunista se incautó de toda la parte de abajo de la casa, donde la Mallorquina. Lo usaron de centro electoral. Tenían ahí las oficinas. Había fotografías de la Pasionaria, de Stalin, de José Díaz, catalán, líder de los comunistas españoles. No se llamaba esto patio del Casino, sino Radio Comunista. Nosotros vivíamos arriba. Mis hermanas bajaban a limpiar las oficinas, si bien pocas veces. Todo estaba lleno de carteles. Había listas de la gente que querían matar.
- La Colectividad. Estaba en casa de la María Juliana, que se incautaron esa casa. La Casa del Pueblo estaba en lo que es ahora el colegio de las Monjas. La Colectividad fue a finales del 36 o 37, cuando nos quitaron las fincas a las casas grandes, de los primos, Jonás Torres, los Espinosa, los Peinado… Incluso antes, el Ayuntamiento por los altavoces dio orden de que las mulas se llevasen a la plaza de toros, y las que ellos vieron oportuno se quedaron con ellas. En nuestra casa se quedaron con tres que mi padre había comprado el año de antes.
Lo que hacían era que los obreros [ruido] En nuestra casa metían mulas de otros, no las nuestras, era como un anexo de la Casa del Pueblo. No fue una cooperativa, sino que nos obligaban. La Colectividad se hizo con las tierras que nos habían quitado. Ellos hacían sus vinos, sus cosas… Nos lo devolvieron todo al terminar al guerra.
- Los evacuados. Venían casi todos de Andalucía y de Madrid, más de Andalucía (sobre todo de Córdoba y Jaén). En Tomelloso, la comisión que fuese los distribuía. Los de Madrid venían atemorizados por las tropas moras. Los evacuados que nosotros tuvimos eran una familia buenísima. Los niños iban a los colegios, la gente tenía sus cartillas para la comida, pero al principio los tuvimos que alimentar nosotros. Aquí estuvieron hasta que acabó la guerra.
- El Teatro lo incautó el ayuntamiento y pusieron a Asensio, el fotógrafo, al frente. El que pagaba las nóminas se quedaba con una parte. Además daba clases particulares: a la de Quirós…
- Los que tenían radio sabían los billetes que iban a valer y los que no.
- A los rusos y a los de intendencia, cuando había compañías de revista en el Teatro… como aquí había tranquilidad, se tiraban meses y meses. Había circo, zarzuela, revista… de todo. En el Teatro yo vendía entradas.
- Hacíamos cola, jugábamos al gua… En la iglesia almacenaban el azúcar y esas cosas para luego repartir.
- El levantamiento de las mujeres. Los huertanos venían de Herencia, pero ya dejaron de venir. El pescado tampoco venía. La gente cambiaba ropa por productos de la huerta en Argamasilla. Elia fue a Argamasilla y se trajo palomos, patatas… a cambio de ropa. Una cabecilla fue Conchita Guerra, porque le habían matado al padre. Las iban sacando casa por casa. Llegaron a juntar una cantidad inmensa. Fueron a los partidos a ver si tenían cosas. Fueron al ayuntamiento y desde los balcones tiraron comida a la calle. Atemorizados, cuando estaban en la plaza, los militares se pusieron con las armas. Eso duró desde las 8 de la mañana hasta las tres y media o cuatro de la tarde. Fue una manifestación tremenda.
Les prometieron por los altavoces que se iba a repartir el racionamiento, que tuvieran paciencia… No hubo maltratos ni otras cosas mayores.
- Beneficencia en el 32. Era muy pequeño y no lo recuerda. Nació en 1925. Pero no lo ha oído comentar.
- En el 53 hubo una comisión para solucionar los problemas del paro, pero él se marchó a Córdoba en 1940.
- Inundación del 47. Tenía su padre una casa en Santa María por la que entraba el agua por una puerta y salía por la otra. Tenían miedo de que el agua llegara a Tomelloso por el tema de las cuevas, pues muchas casas se hubieran hundido. La vía del tren quedó interrumpida. Había hasta oleaje.
- El Campo de Aviación. Lo hicieron donde ahora está la Escuela de Capataces. Primero trajeron aviadores españoles. Se hospedaban en la fonda de Marcelino, en la parte de arriba del Casino. De aquí fueron a Sevilla a bombardear en Semana Santa. Luego vinieron los rusos. Tenían el cuartel en la esquina donde vive Blas Camacho, en una casa requisada. Luego, cuando se marcharon, estuvieron los comedores del Auxilio Social, en la parte de abajo, donde estuvo el Banco de Bilbao hasta que se trasladó.
- El polvorín estaba en Mirasol. Era uno de los mayores de la provincia. Los Nacionales estuvieron dos años sacando cosas de allí. Por estar Tomelloso aislado, nunca bombardearon aquí, en cambio en Cinco Casas sí bombardearon, al igual que en Alcázar de San Juan, siendo lo primero que bombardearon los depósitos de Campsa. En Tomelloso creyeron que a continuación iban a bombardear aquí, por eso desde los altavoces del Ayuntamiento avisaron. Los rusos estuvieron hasta que acabó la guerra.
- La Quema de los Santos. Fue el 25 de julio. Estábamos en Las Moyas y fueron los milicianos a decirnos que nos fuésemos de allí, que nos viniésemos al pueblo, que era peligroso. Nos venimos 2 o 3 días antes de Santiago. Sacaron los santos de la Iglesia, de San Francisco y del colegio de la Milagrosa, que estaba junto al Mercado. Luego ese colegio fue cárcel tras la guerra.
- Los muertos de Tomelloso en la guerra salieron de los calabozos del Ayuntamiento, menos don Vicente Borrell y otra persona. A la única mujer que mataron, Coronado de apellido, a ella y a otros dos hombres los mataron casi llegando a Argamasilla. Ella había escondido a un guardia civil y a un maestro en su casa.
- Los dos coches que teníamos nos los requisaron.
- El populacho inculto quemó los santos. Empezaron a tocar las campanas y a armar mucho jaleo. Se vestían con las casullas de los curas y hacían mofa. La Milagrosa la trajeron a rastras por todas la calle de la Cruz hasta la plaza, con una cuerda al cuello, al montón donde los quemaban. Los ángeles de la Virgen del Carmen los subieron a la torre y los tiraron desde allí arriba: «A ver si voláis». La hoguera era muy grande y el olor muy fuerte. Aquello fue una juerga todo el día.
- El Partido Comunista se incautó de toda la parte de abajo de la casa, donde la Mallorquina. Lo usaron de centro electoral. Tenían ahí las oficinas. Había fotografías de la Pasionaria, de Stalin, de José Díaz, catalán, líder de los comunistas españoles. No se llamaba esto patio del Casino, sino Radio Comunista. Nosotros vivíamos arriba. Mis hermanas bajaban a limpiar las oficinas, si bien pocas veces. Todo estaba lleno de carteles. Había listas de la gente que querían matar.
- La Colectividad. Estaba en casa de la María Juliana, que se incautaron esa casa. La Casa del Pueblo estaba en lo que es ahora el colegio de las Monjas. La Colectividad fue a finales del 36 o 37, cuando nos quitaron las fincas a las casas grandes, de los primos, Jonás Torres, los Espinosa, los Peinado… Incluso antes, el Ayuntamiento por los altavoces dio orden de que las mulas se llevasen a la plaza de toros, y las que ellos vieron oportuno se quedaron con ellas. En nuestra casa se quedaron con tres que mi padre había comprado el año de antes.
Lo que hacían era que los obreros [ruido] En nuestra casa metían mulas de otros, no las nuestras, era como un anexo de la Casa del Pueblo. No fue una cooperativa, sino que nos obligaban. La Colectividad se hizo con las tierras que nos habían quitado. Ellos hacían sus vinos, sus cosas… Nos lo devolvieron todo al terminar al guerra.
- Los evacuados. Venían casi todos de Andalucía y de Madrid, más de Andalucía (sobre todo de Córdoba y Jaén). En Tomelloso, la comisión que fuese los distribuía. Los de Madrid venían atemorizados por las tropas moras. Los evacuados que nosotros tuvimos eran una familia buenísima. Los niños iban a los colegios, la gente tenía sus cartillas para la comida, pero al principio los tuvimos que alimentar nosotros. Aquí estuvieron hasta que acabó la guerra.
- El Teatro lo incautó el ayuntamiento y pusieron a Asensio, el fotógrafo, al frente. El que pagaba las nóminas se quedaba con una parte. Además daba clases particulares: a la de Quirós…
- Los que tenían radio sabían los billetes que iban a valer y los que no.
- A los rusos y a los de intendencia, cuando había compañías de revista en el Teatro… como aquí había tranquilidad, se tiraban meses y meses. Había circo, zarzuela, revista… de todo. En el Teatro yo vendía entradas.
- Hacíamos cola, jugábamos al gua… En la iglesia almacenaban el azúcar y esas cosas para luego repartir.
- El levantamiento de las mujeres. Los huertanos venían de Herencia, pero ya dejaron de venir. El pescado tampoco venía. La gente cambiaba ropa por productos de la huerta en Argamasilla. Elia fue a Argamasilla y se trajo palomos, patatas… a cambio de ropa. Una cabecilla fue Conchita Guerra, porque le habían matado al padre. Las iban sacando casa por casa. Llegaron a juntar una cantidad inmensa. Fueron a los partidos a ver si tenían cosas. Fueron al ayuntamiento y desde los balcones tiraron comida a la calle. Atemorizados, cuando estaban en la plaza, los militares se pusieron con las armas. Eso duró desde las 8 de la mañana hasta las tres y media o cuatro de la tarde. Fue una manifestación tremenda.
Les prometieron por los altavoces que se iba a repartir el racionamiento, que tuvieran paciencia… No hubo maltratos ni otras cosas mayores.
Parte 2 de 2: CAÑAS_CS_04_B:
- Sobre el ferrocarril. Los bodegueros tenían que llevar el alcohol a Cinco Casas y entonces por acciones entre varios decidieron luchar por el tren. Estaban: José Antonio Torres, mi pariente Peinado, mi abuelo y sus hermanos… Mi tío abuelo Juan de Mata estaba casado con una hermana de El Obrero. Las Moyas cedieron gratis tierra para el ferrocarril, por eso se hizo un apeadero en Las Moyas. La casilla se hizo en tierras de Juan de Mata. Como mi abuelo tenía bodega allí, se pensó hacer un ramal hasta la bodega.
Primero se inauguró Cinco Casas- Argamasilla. Mi abuelo Francisco Antonio era alcalde. Mi madre fue la que cortó la cinta de la entrada. En Tomelloso tardó un poco más en llegar porque tenían que hacer las cocheras. Sus derechos los pasaron a la Compañía MZA y luego a RENFE.
- Para salir hacía falta salvoconductos. Había trenes especiales para tropas. Sí que se viajaba. Las tropas venían en camiones a descansar.
- Las escuelas durante la República. Estaba el Matadero, Santa Rosa… había bastantes escuelas. Estaba doña Paquita, doña Juanita, Adrados… Las escuelas estaban en casas particulares aunque el maestro fuera nacional. Durante la guerra funcionaban las escuelas y el instituto. El instituto estaba antes del llegar al parque Viejo. La casa era del padre de Urbano Martínez. Era una planta baja con un patio muy grande.
- El Mercado lo hizo Juan de Mata cuando fue alcalde.
- Durante la guerra no hubo matrimonios ni bautismos religiosos. La gente se casaba por el juzgado. Al terminar la guerra, muchos niños pequeños, con sus hábitos, fueron a bautizarse. Los de Falange bautizaron a muchísimos niños pequeños nacidos durante la guerra. Mi hermana Eugenia fue madrina de uno que llamaron Baldomero. Hay fotografías de eso vestidas de Falange y con los niños pequeños.
- El Auxilio Social, donde estaba el Banco de Bilbao, donde tenían los rusos el cuartel, abajo se puso el comedor para los niños. Los rojos también tenían para darle de comer a los niños. En esa casa también vivían los jefes que vinieron a tomar el pueblo al final de la guerra. Las personas de Juventudes Socialistas Unificadas eran las que servían. Se ponían unos uniformes de una tela que tiraba mucho. Había los domingos cuestaciones para el Auxilio Social. Mi hermana Elia era muy amiga, además de pariente, de Lidia Peinado.
- Hubo un huracán espantoso en una feria, después de la guerra, bastante después.
Hubo una corrida de 8 toros de la ganadería de Flores, de Villarrobledo, y un toro muy bravo, al abrir la puerta de las mulillas, se metió por ahí y, al seguir a uno de las mulillas, se subió a las gradas. La gente se tiró de cabeza al ruedo. Era en la parte de sol. Entonces la plaza de toros tenía palcos en la parte de sombra, con sus sillas, junto a la parte de presidencia. La gente le pegaba con los gorrotes. La policía, con las pistolas, comenzaron a dispararle al toro. Por fin, un montón de gente se echó encima del toro y lo tumbaron, entonces vino uno de los toreros y lo echaron al ruedo. Mucha gente se fue y en esto que vemos que el vemos el cielo encarnado y empezó una tormenta tremenda. Yo me fui. Al llegar a mi casa, nos teníamos que sujetar a la ventana. Era medio anochecido cuando se lió la tormenta. Ya estaba la Feria funcionando. Había un circo cuya lona se desplomó.
Había gente subida en la noria, los puestos del paseo de los caramelos… Por las cunetas venían gambas, caramelos… Esto fue en el 52.
- Les daban leche y queso (uno muy raro, americano). Fue cuando las Damas de la Caridad. Abelardo hizo muy buena labor, fue un buen alcalde.
- ¿Vino gente de Villarrobledo aquí? Villarrobledo fue uno de los pueblos que se levantaron en contra de la República. Todos los pueblos de alrededor formaron columnas. En Tomelloso, al frente de la columna estuvo Urbano Martínez. Fueron varios camiones de aquí. Murieron bastantes. Rápidamente lo sofocaron. Todos esos fueron fusilados.
- ¿Aquí murió mucha gente después de la guerra? Aquí murieron los que comprobaron... Manuel Claramonte, que era un buen alcalde, sabía que había gente en los calabozos, pero no le notificaron que esa noche los iban a sacar, y claro, como él era el responsable… lo mataron. Mataron a los Quirós, a Luis, porque fueron unos que, cuando los mataron, estaban sobre hecho. Mataron a Asensio, que era fotógrafo. Se libró Urbano Martínez. El marqués de Urquijo se lo llevó al Norte, le hizo un favor. Se ha muerto hace poco. Asensio era su lugarteniente.
Había mucha gente que en Tomelloso no había hecho nada, pero en otros sitios… A Urbano sí lo detuvieron, lo trajeron en tren esposado, junto a otros 8 más. Mataron a los Chullas, que eran muy exaltados… A Urbano Martínez, al llegar a la plaza, estaban todas las de los caídos: estaba la Blanquita Berzosa, la Dolores Román, la de Pinedo, su hermana, Petronila Marín, y estaba Conchita Guerra. Lo menos 8 o 10 hijas de los caídos y, al llegar a la plaza, Conchita se adelantó y se puso delante de Urbano Martínez y le dijo: «canalla, criminal», y le dio las dos bofetadas más grandes que he visto en mi vida.
Los militares le dijeron: «Conchita, por favor, esto no se puede hacer, cuando vienen detenidos y esposados». Toda la gente de alrededor, aplaudiéndole, diciendo: «dejarla, que lo mate». Había militares durante todo el trayecto para evitar que no pasara nada.
- Se obligó a la gente a ir a vendimiar, a los jaraíces, a segar… aquello fue… Mis primas a mediodía ya habían vuelto. Las subieron en unos camiones en la plaza. Algunos señoritos sabían segar, pero ellas, nada. «Estas inútiles señoritas», las ponían verdes.
8.5. Condiciones de adquisición y/o precio
Remitida(s) la(s) casete(s) al Archivo Municipal, probablemente en 1992, tras finalizar los trabajos que dieron lugar al libro "Tomelloso en la frontera del miedo".
Digitalizada(s) por María Dolores Lara Lomas en abril de 2022.
Editado el audio en junio de 2023.