Entrevista a una testigo anónima

Ficha

Audio 1 de 1

Signatura

CAÑAS_11

Serie

Entrevistas para Tomelloso en la frontera del miedo

1.3. Título

Entrevista a una testigo anónima

1.4. Clase de documento

Grabación sonora

1.6. Subtítulo y/o información complementaria

Realizada por Magdalena Aliaga González y Emilia García Bolós

1.7. Mención de responsabilidad

Ayuntamiento de Tomelloso

4.6. Fecha de publicación

1990-sm-sd

5.3. Extensión y designación específica del material

1 audio (mp3):
Parte 1 de 1: 39'09" (51,13 Mb) CAÑAS_CS_11_A

5.4. Otras características físicas

Casete Normal Position, estéreo

7.4.A. Notas que complementan la información de un área determinada

El audio se grabó en 1 cara (de 50') de 1 casete.
En la edición del audio se han cortado los tramos correspondientes al inicio y final de la pista, conservándose exclusivamente la grabación de la entrevista.
Se normaliza el volumen de los audios y se reduce el ruido.
La casete original se conserva en el Archivo Municipal de Tomelloso.

7.4.M. Nota de contenido

Parte 1 de 1: CAÑAS_CS_11_A:

- Yo, de la Fiesta del Árbol, no me acuerdo, lo que recuerdo es la proclamación de la Segunda República, el 14 de abril de 1931, que nos llevaron a las muchachas al Matadero viejo, que ya estaba el parque.

Cuando vi el nombre del parque de Cirilo Villena... pues muy mal puesto, porque yo ese nombre no lo he escuchado nunca. Debería llamarse Urbano Martínez, porque el parque lo hizo él; hizo muchas cosas mientras que estuvo de alcalde.

Fuimos allí, iban los Quiroses, su hija, Rafaela Quirós, que dijo unas poesías, y aquello fue un acontecimiento muy importante al que fuimos los chicos y chicas de la escuela con los uniformes y bandera blancas. Fue la celebración de la República.

- Cuando voy al Pantano y veo la placa de inauguración de la obra, no me gusta, porque fue José María del Moral el que hizo la obra (cuando os llevasteis los artículos que escribió mi padre ya se veía eso).

- El parque antes era una vereda llena de riscos que estaba muy mal, así como la carretera. El arreglo del parque y la carretera fue obra del alcalde Urbano Martínez. Urbano tuvo un ansia por crear escuelas, en el ayuntamiento tenía cuatro escuelas y hasta que inauguró el instituto en su casa, antes de la guerra, por el año 1934, tenía instituto en el salón de plenos del ayuntamiento. Nos examinamos en mayo del 35 y, cuando terminó la guerra, ese instituto desapareció. La mayoría de profesores eran refugiados del otro bando que estaban aquí viviendo. Solamente quedaron los Padres y los que pudieron estudiar se fueron a Ciudad Real.

- El campo de aviación estaba por la Escuela de Capataces. No tenía mucho movimiento y los pilotos vivían aquí, en la calle Alfonso XII, donde se tuerce un poquito, que la casa era de La Romanera, que tenían molino. Estaba la casa incautada y allí vivían tropas, aunque no había demasiadas tropas en el pueblo.

- La construcción de la Plaza de Toros. No querían hacer la plaza de toros. Si está hecha es por el padre de los Perales, Luis, que le gustaban mucho los toros. La gente decía que era para ver espectáculos, estaba muy bien ahí, por proximidad. Yo cultura no tengo, pero soy curiosa. Cuando pusieron la primera piedra fui yo con mi hermana, aquello dio gusto verlo, toda la gente del pueblo colaborando, trayendo carros de piedra.

- La venida del agua. Cuando un año se llenaron mucho las Lagunas, desde Argamasilla hasta el pueblo parecía una laguna. Este pueblo está aguantando, aguantando, pero cuando se lanza... Hicieron una muralla para contener el agua como de metro o metro y medio, aquello fue muy nombrado. Por el canal, a este lado, casi hasta la carretera desde Argamasilla, hasta el otro lado del hotel, fue muralla. El agua se fue por el canal y no entró en las calles.

- El huracán. Estábamos arreglándonos una feria para salir de paseo y, cuando se hizo de noche, fuimos, y aquello era una pena. Las casetas entonces eran cuatro listones y una lona, y se las llevó. Luego algunos se aprovecharon de la circunstancia y fueron a robarles a los pobres feriantes.

- La Colectividad: La gente estaba harta de Monarquía y el obrero siempre salía perdiendo. Pero no se comportaron, porque empezaron a quitarles a los ricos y formaron una colectividad, y los mandaban a arar y no había gente para tanta tierra incautada.

- Cómo se vivía antes y después de la guerra. Yo soy partidaria de Franco, de política no entiendo, pero vi como vivían los obreros antes de la guerra y, si llovía, se tenían que venir y ya no ganaban nada. Se llevaban la comida fiada de la tienda y hasta la siega, que se trabajaba toda la familia para pagar las deudas del comercio.

Con Franco la gente ya tenía su «caseja» y su «piquejo» de viña y se vivía bastante mejor.

Veías un carro con una mula, un colchón, un somier y un baúl, y los veías ir de alquiler de una casa a otra. De como se vivía antes de la guerra hasta como se vivía después no tuvo nada que ver.

- Nosotros no fuimos perseguidos ni antes, ni después de la guerra. Mi padre estaba en su trabajo y no se metió en nada.

- El año del hambre fue en el 41 y luego vino una cosecha bárbara de cereales.

A la gente que veías que se hinchaba, luego se moría.

- La huida de los años del hambre. Fue mucha gente a Valencia. Luego se fue también mucha gente a Alemania. Era duro, se veían hombres trabajadores pidiendo de puerta en puerta.

- Escuelas de analfabetos para gente mayor. Después de la guerra, en el colegio Miguel de Cervantes. La gente de mi edad que no sabe leer es porque no quiso aprender, porque había escuelas nacionales y escuelas nocturnas para que pudiera asistir la gente cuando saliera de trabajar y sacarse también el graduado escolar. Nosotros, como vivíamos en la calle La Noguera, íbamos al Miguel de Cervantes, pero había más escuelas.

- Cuando se terminó la guerra, primero pusieron el comedor del Auxilio Social en la calle Don Víctor, donde tiene el establecimiento Ignacio. Allí comían los muchachos que no tenían para comer en su casa. Iban voluntarias para darles de comer. Mi hermana iba. Y la cocinera era Antonia Pedrero.

Estuvo bastante tiempo funcionando eso. Luego se fueron a la calle Galileo, donde está la imprenta. Posteriormente, los niños se llevaban su vaso a la escuela y les echaban canela o azúcar y leche en polvo.

- Venían mangantes que estaban en los pueblos y no querían trabajar, pero también venía gente buena. Había casas de sobra para los evacuados. Los mandaban donde había habitaciones de sobra, pero en la casa no les daban de comer. Comían en el Comedor Social, aunque los que les querían dar de comer les daban. Algunas familias de evacuados lloraban mucho.

- La Milicia. Los cuatro sinvergüenzas que indujeron a hacer cosas se fueron y aquí dejaron a los cuatro infelices que los metieron presos porque habían hecho guardia como milicianos, porque les daban diez pesetas por hacer guardia y en el campo ganaban cinco pesetas.

Los milicianos eran gente del pueblo, trabajadores normales. Se les decía milicianos porque iban con escopeta o pistola, como si fueran policías, que iban mandados por el ayuntamiento y ganaban un sueldo mayor que trabajando normalmente.

- El «Coche del Medio Paseo». Llegaban a una casa los republicanos, que iban a por los señoritos. En un caso, un hombre llamado Claro, que tenía un cuñado sacerdote que vivía en su casa, fueron a la casa con una escopeta y dijo: «os habréis equivocado, vendréis a por mi cuñado el cura»; y le dijeron: «no, venimos a por ti, luego veremos que hacemos con tu cuñado». Se lo llevaron al ayuntamiento y, de ahí, preso a Ciudad Real, pero no los mataban.

- Las monjas se quedaron aquí en casas particulares. En casa de los Montañeses se alojó sor Francisca y sor Felices en casa de Loló. El cura don Juan Cacho estaba también en una casa. A don Eliseo lo veneraba el pueblo y tampoco le pasó nada. Aquí no mataron a ningún sacerdote más que a don Vicente Borrell.

- Cuando la Quema de los Santos, salían con un santo a la hoguera y se reían diciéndole: «¡venga, haz un milagro!»

- La nube fue más por este lado del monte y luego se encontraron los conejos y las liebres muertos de lo que llovió. Llovió muchísimo ese día que vino la Virgen de Fátima.

- Cuando vino el doctor Radio, embajador de Argentina, que entonces era cuando España solo tenía relaciones con este país, era más del año 1948 y salió muchísima gente del pueblo a recibirlo.

- Cuando le pegaron a Abelardo Contento. Fue un hombre que no fue malo, pero todos los hombres tienen sus amigos y enemigos. A Luis Jiménez, alcalde en la guerra, lo metieron en la cárcel y no se lo merecía, porque luchó mucho por traer alimentos al pueblo.

- El hotel de Mirasol era una joya. El general Aguilera vino muchas veces. Las tertulias quizás fueron incluso de antes de nacer yo, en el hotel Mirasol, que fue polvorín en la Guerra.

- El problema de Cirujano con los arrendamientos. Los arrendamientos han sido siempre así: el que saca una cepa pierde el derecho. Luego, los propietarios dieron facilidades a los arrendatarios para la compra de la tierra.

- La caída del balcón del ayuntamiento. Sí que me acuerdo de eso. Era de mármol y la llave que tenían para pasar de unas a otras no estaba bien. La madre de Godoy, el joven, la mató el balcón del ayuntamiento. Se subió, entre otros, El Candojo, uno se echó para atrás y sujetó a la gente, si no, se hubieran caído más personas.

- La revolución de la Minerala fue cuando mi padre era muchacho. Había una mujer, más hombre que mujer, que cuando subieron los impuestos se lanzó a la calle.

- Hacer cola dos horas para que te dieran un pan, que no se lo comían ni los perros.

- Me acuerdo del Paseo de la Estación que pasábamos por allí con los carros, era de tierra y estaba muy feo y lleno de baches.

8.5. Condiciones de adquisición y/o precio

Remitida(s) la(s) casete(s) al Archivo Municipal, probablemente en 1992, tras finalizar los trabajos que dieron lugar al libro "Tomelloso en la frontera del miedo".
Digitalizada(s) por María Dolores Lara Lomas en abril de 2022.
Editado el audio en junio de 2023.

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Autoridad

Cronológicos

Forma

Conjuntos de fichas