Entrevista a una sor del Colegio de la Milagrosa de Tomelloso

Ficha

Audio 1 de 1

Signatura

CAÑAS_07_A_1

Serie

Entrevistas para Tomelloso en la frontera del miedo

1.3. Título

Entrevista a una sor del Colegio de la Milagrosa de Tomelloso

1.4. Clase de documento

Grabación sonora

1.6. Subtítulo y/o información complementaria

Realizada por Magdalena Aliaga González y Emilia García Bolós

1.7. Mención de responsabilidad

Ayuntamiento de Tomelloso

4.6. Fecha de publicación

1990-sm-sd

5.3. Extensión y designación específica del material

1 audio (mp3):
Parte 1 de 1: 23'21" (30,08 Mb) CAÑAS_CS_07_A

5.4. Otras características físicas

Casete Normal Position, estéreo

7.4.A. Notas que complementan la información de un área determinada

El audio se grabó en parte de 1 cara (de 50') de 1 casete.
Durante la entrevista se escuchan de fondo otras voces debido a que se realizó en un espacio en uso, probablemente el Colegio de la Milagrosa.
En la edición del audio se han cortado los tramos correspondientes al inicio y final de la pista, conservándose exclusivamente la grabación de la entrevista.
Se normaliza el volumen de los audios y se reduce el ruido.
La casete original se conserva en el Archivo Municipal de Tomelloso.

7.4.M. Nota de contenido

Parte 1 de 1: CAÑAS_CS_07_A:

- El año del hambre había mucha hambre en Tomelloso. La guerra trajo mucha miseria, la gente se moría por falta de alimentos, sobre todo los niños y los hombres. Se hizo una campaña tremenda. Sor Felices se movió por todos los sitios, fue a hablar también con el alcalde, fue algo terrible.

- A partir de entonces vino el padre Colón, que en Jerez hizo muy buena labor. «Aquí lo que conviene para evangelizar al pueblo, hay que fundar las Damas de la Caridad». El padre les dio unas conferencias, posteriormente se fundó una Junta. Se fundaron junto con sor Felices y algunas Damas, que eran de cualquier clase social con tal que tuvieran buena voluntad y atendieran a los enfermos y a los necesitados. Se reunían los jueves para ver qué decir a los enfermos y cómo tratarles y sor Felices preparaba los cestos con una buena limosna de legumbres, patatas y más alimentos con la calle y número, que sobre todo sor Felices sacaba con la colaboración del alcalde. Realizó un fichero de pobres y, en base a este, se repartían los cestos y se organizaba a las Damas para hacer el reparto. Se daban vales con pan y leche, que luego pagaban a los comercios.

El alcalde, Abelardo Contento, se portó muy bien y apoyó mucho a sor Felices, que le comentaba frecuentemente las necesidades. Cada vez se fueron uniendo más Damas, tenían sus ejercicios espirituales, pero sobre todo su labor era la asistencia al enfermo y al pobre. Se les repartía juguetes a los niños, mantas por Navidad y se daban vales de pan y leche que luego se pagaban a los comercios. Se formó una gran asociación para asistir al enfermo, al pobre y al necesitado. Se formó una pequeña farmacia, acudían con su receta, que apoyaron mucho los médicos, y un biblioteca con libros para los enfermos que sabían leer: recreativos, religiosos, instructivos, etc.

Tenían todos los jueves reunión y reparto de víveres y, aparte, se atendían las necesidades que iban surgiendo.

- Se hacía el cumplimiento Pascual una vez al año y, si había algún enfermo y se ponía grave, le daban los sacramentos.

- En el colegio había más de doscientas alumnas, adultos no. Teníamos a las obreras, a las criadas de las señoras, no las enviaban para aprender.

- Después de la guerra, había muchos sin bautizar y gente rejuntada. Todos los domingos se llevaban más de quinientos niños a bautizar de 7, 8, 9 años, luego también se les casó. Sor Felices los preparaba. Se hizo una campaña muy grande. Se hizo un archivo parroquial nuevo con todos los datos, ya que el anterior se había quemado.

- El incendio del colegio creemos que fue a consecuencia de un cortocircuito del Belén. Trajimos agua y nosotras lo sofocamos. Se puso todo negro y parecía una fragua.

- Aquí quedaron huérfanos y evacuados y había gente que se los llevaban a otras casas para darles de comer y ropas y zapatillas. Había señoras que daban las ropas y también se compraban ropas y mantas a granel.

- En el 48 debió venir la Virgen de Fátima, debió ser muy bonita y fervorosa, la gente mayor lo debe saber.

- Las tres secciones Hijas de María: las Ángeles (aportaban sus donativo y oración), las Luisas (de 15 o 16 años, que hacían la misma labor que las Damas) y las Damas (ahora se llaman las voluntarias)

- A los reformatorios, sor Felices se llevó de aquí a unas cuantas chicas. Ellas no sabían y daban un poquito de qué hablar. Las formaban bien y algunas venían muy cambiadas.

- Cáritas se formó después. Nos mandaban un pobre a ver si podíamos hacer algo por él y viceversa.

- Las jóvenes están en la Asociación Hijas de María, que fue más tarde tres secciones: Ángeles, Mensajeras e Hijas de María (culto a la Virgen y visita a los pobres).

- Cuando vino el padre Colón, llegó con dos huevos que le habían dado y así se formó la asociación.

- Había muchos enfermos, se atendían muchos y el alcalde colaboró mucho. La guerra trajo mucha miseria.

- Vinieron muchas niñas al colegio. Había más de doscientas alumnas y se tenía una clase de gratuitas que acogía a unas cincuenta o sesenta. A las que querían estudiar después se les daba hasta cuarto. Pero después de cuarto no estudiaba ninguna.

A los chicos se los llevaban a trabajar, a las alumnas del colegio, no.

- Todo estaba racionado, todos pasamos muchísimo, nosotras también pasamos muchísimo, no teníamos ni aceite para guisar. Había gente que tenía amigos que le ayudaban, pero otros pasaron mucha miseria.

En los principios del colegio estábamos destinadas solo cinco hermanas. Para tanto trabajo que había nos teníamos que multiplicar, éramos muy pocas Hijas de la Caridad. Después se despertaron muchas vocaciones y se hicieron muchas Hijas de la Caridad. Se hizo mucho en lo cultural, social y económico.

- Hacíamos ejercicios espirituales y comuniones. Venía una tanda y hacíamos cinco días. Se daban charlas y se les enseñaba, aparte de las actividades espirituales, corte y confección. Luego vinieron los padres carmelitas. Para las charlas espirituales venía un sacerdote y nosotras le ayudábamos. Entonces estaban en Tomelloso los curas don Tomás, don Juan Cacho y don Eliseo, solamente estaba la parroquia.

No había fervor en la gente, ya que había «muy poca cultura y, cuando no hay cultura, tampoco hay religión, va todo unido». Vinieron después más sacerdotes y se catequizó mucha gente. La gente de Tomelloso es muy buena, gente obrera.

- La Sección Femenina funcionaba muy bien. De los capullos de los gusanos de seda sacaban seda para vender, pero eso no era nuestra labor. Sor Inés daba una clase de bordados para las mayores que ya no iban a la escuela, las que se casaban.

Al principio no se organizaban certámenes, estaba todo muy erial. Después todo se ha ido perfeccionando y todo fue más distinto.

8.5. Condiciones de adquisición y/o precio

Remitida(s) la(s) casete(s) al Archivo Municipal, probablemente en 1992, tras finalizar los trabajos que dieron lugar al libro "Tomelloso en la frontera del miedo".
Digitalizada(s) por María Dolores Lara Lomas en abril de 2022.
Editado el audio en junio de 2023.

Ámbito_temático

Autoridad

Cronológicos

Forma

Conjuntos de fichas